Pauraque. Casi lo piso saliendo de la habitación y echó a volar; y fue una suerte, dudo que lo hubiera visto si no hubiera sido así, con ese tronco como fondo.

Clay-coloured trash. Casi me iba de allí sin hacer una foto medio decente al "ave nacional de Costa Rica".

White-whiskered puffbird

Después del desayuno nos pusimos en marcha. Hoy íbamos a pasar del nivel del mar en la costa pacífica a más de 3.000 metros de altura en los Highlands de Talamanca. Como siempre, el traslado se hace parando en varios sitios a pajarear un ratillo.
Roadside hawk

Northern jacana

Una de estas paradas fue en el campus de la Universidad de San Isidro, entre edificios de facultades y una comisaría de policía, que fue justo donde nos bajamos todos a mirar con los prismáticos y los teles
Pasado San Isidro la pendiente de la subida hacía el Cerro de la Muerte se fue haciendo cada vez más empinada, y algunos tramos de carretera eran algo espeluznantes. Un par de paradas para ver colibríes endémicos de estas alturas fueron muy productivas.
Green-crowned brilliant


Grey-tailed mountain gem

Garden emerald

Fiery-throated hummingbird

Una última parada en el Cerro de la Muerte para intentar localizar al Volcano Junco nos permitió, una vez más, calarnos hasta los huesos después de dos días sin llover. Y no sólo la lluvia, sino también la espectacular tormenta en la cima de un monte, con unos rayos que se iban acercando cada vez más, aconsejó que volviéramos al refugio de la furgoneta sin que el pajarillo se dejara ver (ya lo veríamos, esta gente no se rinde). Y llegamos ya de noche a nuestro último alojamiento en el valle del Río Saverge, San Gerardo de Dota. Se notaban los 3.000 metros y se agradecía el fresquito; pude ponerme la sudadera después de haberla paseado por toda Costa Rica.
Hasta mañana. Por la noche escuchamos aullar coyotes, aunque no se dejaran ver.
































