Y llegó el gran día.
El lunes subíamos a un valle alpino donde íbamos a intentar encontrar una de las joyitas que había subrayado en este viaje.
De entrada y mientras llegaba la hora del desayuno hicimos como el día anterior, a las 6,30 salíamos pero esta vez en dirección al cementerio a ver si había mas suerte con los picapinos.
Y la hubo. Un precioso macho adulto (menos mal, porque sino a ver cómo me aclaraba yo sin foto) de D. syriacus hacía mis delicias el ratito que aguantó a contraluz posado en un tronco aunque a una considerable distancia. Bueno, al menos uno de los tres posibles había caído y desde luego, ya lo creo que me conformaba.
Según los aldeanos de la zona son muy comunes, allí mismo entre los sembrados y en las villas y la verdad es que verlos volar si que los vimos con bastante frecuencia, pero claro lo único que da tiempo es a ver una bala surfeando el aire de tronco en tronco.
Los menores también deben ser muy comunes ya que tuve la suerte de ver otro.
Esta vez no nos retrasamos que quedaba una buena tirada para llegar al sitio soñado y a las 8 estábamos deleitándonos con un rico desayuno turco a base de tomate, pepino, tres tipos de aceitunas, queso tierno salado, tostadas con mantequilla y mermelada, huevo duro y te, un te riquísimo y que preparan muy concentrado y luego en el vaso añades agua caliente hasta conseguir que esté a tu gusto.
A las 8,30 según el horario previsto arrancamos. Cuando la zona era propicia para ello hacíamos una parada a ver si se oían currucas ya que era un poco frustrante que lleváramos tan escaso bagaje, solo una zarcerilla a la que hice una foto regular y otra vista sin foto que debía ser otra zarcerilla por lo “sosilla”.
Un poco mas adelante esta preciosidad nos obligó a una nueva parada.
Culebrera europea (Circaetus gallicus)

Y ya entramos en “zona roja” dicho en sentido literal como podréis comprobar casi al final del relato.
Estaba claro que para Göze era su primera visita al área, pero la chica se había informado a la perfección y además a la más mínima duda preguntaba a los aldeanos que siempre resultó ser gente encantadora y que alucinaban de ver que una española hubiese llegado hasta allí solo por el placer de afotar un puñado de pájaros ¡¡¡y que puñado!!!
El paisaje ya había cambiado de forma abrupta y eso que en realidad no llegamos mas arriba de 1700 mts, y de entrada me encontré una monada de ardilla terrestre de Tauro mientras Göze se aseguraba con un pastor que el valle que buscábamos estaba por ese mismo camino un poco mas arriba.
Y un poco mas arriba nos esperaba este otro que aunque se llame “rojo”, no era el objeto de mis deseos pero bueno un Bimbazo mas a la buchaca
Roquero rojo (Monticola saxatilis)

La siguiente parada ya fue para afotar a una de las estrellas que íbamos a tener el placer de ver ese día
Alondra cornuda (Eremophila alpestris)


Tras este esperanzador comienzo, un paisaje de ensueño

nos llevaba hasta el lugar que buscábamos pese a la incredulidad de Göze que viendo esta desolación no podía creer que su referencia fuese “por los alrededores del campo de fútbol”, pero ya le dije yo “no te preocupes, vayamos donde vayamos con que haya 6-7 casas habrá un campo de fútbol seguro” como bien pudimos comprobar un poco después.
La llegada a la villa fue de total expectación y rápidamente se formó un comité de bienvenida y empezaron a señalarnos a todo bicho alado que osara pasar por allí en aquel momento.
Entre gritos y aspavientos parecía que pretendían acompañarnos en nuestra búsqueda, pero (aunque no entiendo el turco) deduzco que Göze les explicó que en semejantes condiciones iba a ser imposible ver algo decentemente, con lo que el comité se redujo a un “guía” que nos explicó por donde ir mas cómodas en nuestra búsqueda y luego él también volverse.
Estábamos rodeadas de montañas de aprox. 2000 mts y allá en las alturas se veían unos córvidos negros en bandos inmensos y me dice Göze “ellos que los han visto de cerca dicen que tienen el pico fino y amarillo” Ea, pozzz otra estrella al saco. Las fotos que hice son testimoniales pero si que se ven todos los picos amarillos.
Mientras caminábamos por aquel páramo los gritos de Petronia petronia nos acompañaban constantemente pero aunque quería obtener alguna foto de ellos no era una prioridad en ese momento con lo que lo dejamos para mas tarde.
Y las prioridades fueron cayendo una tras otra
En primer lugar Montifringilla nivalis, tercera de las estrellas al bote, la mañana estaba siendo estupenda.
Tras caminar un buen rato por una especie de sendero llegamos a un llano donde un resto de nieve se fundía formando un charquito a sus pies.
A escasos 30 mts una gran piedra plana era el asiento perfecto para esperar que a los niños les entrase sed y no fue una mala elección.
Primero mas gorriones alpinos que no se si porque nuestra presencia no les daba seguridad o simplemente porque hacen gala de su nombre en inglés preferían beber directamente de la nieve, luego unos cuantos Carduelis cannabina y mas tarde la cuarta de las 5 estrellas, la mas bonita sin duda
Camachuelo alirrojo (Rhodopechys sanguinea)

Gorrión chillón (Petronia petronia)

Juv.

Gorrión alpino (Montifringilla nivalis)

H/juv

Pero el niño de mis sueños, el que mas había subrayado yo para ese día y por el que realmente habíamos llegado hasta allí seguía sin dar señales de vida.
Tras un buen rato sin novedades decidimos volver hacia el poblado ya que las indicaciones del amigo guía pajarero de Göze lo situaban mas bien cerquita de la población, “por los alrededores del campo de fútbol”, le había dicho. De vuelta yo creo que los calores tenían obnubilados a algunos pajarillos que se dejaban acercar hasta casi tocarlos.
En cuanto nos vieron los lugareños se abalanzaron sobre nosotras, que gente tan amable y acogedora, nos invitaron a te y una especie de tortas que nos supieron a gloria, charlamos un buen rato con ellos enseñándoles las guías, fotos, uno de ellos que tenía unos swarovski nos confesó que los usaba antes para cazar pero que ya no cazaba.

Y así transcurrieron las horas de mas calor esperando que las cabras volvieran ya que, según nos dijeron, después de darles de beber a ellas solían acudir pajarillos por la zona, mientras tanto bebimos agua helada de un pozo y nos refrescamos con aquella agua maravillosa.

Y el niño seguía sin llegar. Me acerqué a la pared rocosa para entretenerme intentando afotar a los chillones y ver bien el pico de las chovas mientras el tiempo pasaba mas rápido de lo que a mi me hubiera gustado: “es ahora o nunca”.
De nuevo una encantadora parejita de ardillas acudió en mi ayuda
Ardilla terrestre de Tauro (Spermophilus taurensis)
y en esos pensamientos estaba cuando se me acerca corriendo una lugareña jovencita haciéndome señas “com, com” me decía, luego Göze me dijo que la envió diciéndole que me avisara “com serin, com serin” pero eso debía ser mucho para ella. Daba igual porque al verla hacerme señas con esa prisa ya supe ¡¡¡que er niño había llegado!!!
TATATACHÁN…
Serín frentirrojo (Serinus pusillus)

Ad. y juv.

Tanto buscarlo por ahí y resulta que ellos donde van es delante mismo de las casas donde están los corrales con las gallinas, las ovejas, las cabras la gente y el campo de fútbol. Pero estaba claro que hasta que no empezaba la tarde a decaer y el fresquito a dejarse notar no llegaban.
Lo habíamos conseguido, pleno, 5 de 5 y algún regalo extra.
Una vez hechas algunas fotos y dado que era imposible conseguir algo mejor ya que todos los niños y algún que otro adulto estaban con nosotras montando una escandalera de celebración nos dimos por satisfechas y puesto que el día empezaba a declinar y había que deshacer todo el camino andado, nos despedimos de toda esa gente tan entrañable y emprendimos el regreso para una vez abajo y ya con cobertura llamar a ver si el búho había tenido a bien mostrarse.
Göze aprovecho para hacer la llamada mientras yo afotaba a éste que decidió lucirse. Lástima que ya quedaba poca luz y a pesar de estar muy pero que muy cerca las fotos no tienen toda la calidad que deberían tener.
Trepador rupestre occidental (Sitta neumayer)

Sin noticias del búho. La elección estaba clara. Nos íbamos a pasar el último día al lago Beysehir.
En este lago y sus alrededores pajareamos el último día.
Para empezar mucho Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)

Y el peluche del viaje

Corneja cenicienta (Corvus cornix)

Águila pomerana (Aquila pomarina)

Mosquitero oriental (Phylloscopus orientalis)

Ruiseñor bastardo (Cettia cetti)

Culebra de collar (Natrix natrix)

Cuando nos dirigíamos hacia el último enclave que teníamos previsto para hacer un último intento con el Carbonero lúgubre (que no hubo forma, oyes) y donde también podíamos intentar otra de las subrayadas (Irania gutturalis) nos encontramos con una colonia de Ciconia ciconia que nos alegraron un rato, mas que nada porque a pesar de lo bien que tenía Göze todas las indicaciones, este último lugar no fue capaz de encontrarlo con lo que se esfumaron las últimas posibilidades de algún bimbo mas.


Lista aves Turquia
Podiceps cristatus
Ixobrychus minutus
Nycticorax nycticorax
Ardeola ralloides
Egretta garzetta
Ardea purpurea
Ciconia ciconia
Aquila pomarina
Circaetus gallicus
Circus aeruginosus
Buteo buteo
Accipiter brevipes (B)
Falco tinnunculus
Gallinula chloropus
Fulica atra
Porphyrio porphyrio poliocephalus (b)
Calidris minuta (B)
Tringa glareola
Tringa ochropus
Actitis hypoleucos
Ichthyaetus melanocephalus
Larus cachinnans cachinnans
Larus michahellis michahellis
Columba palumbus
Streptopelia decaocto
Apus apus
Upupa epops
Merops apiaster
Coracias garrulus garrulus (B)
Dendrocopos syriacus (B)
Dendrocopos minor danfordi (b)
Alauda arvensis armenica (b)
Galerida cristata subtaurica (b)
Lullula arborea pallida (b)
Eremophila alpestris bicornis (B)
Riparia riparia
Hirundo rustica rustica
Hirundo rustica transitiva (b)
Cecropis daurica
Delichon urbica
Anthus campestris campestris
Motacilla alba alba
Motacilla flava feldegg (b)
Pycnonotus xanthopygos (B)
Phoenicurus ochruros ochruros (b)
Oenanthe isabellina
Oenanthe hispanica melanoleuca (B)
Saxicola rubicola rubicola
Monticola saxatilis (B)
Turdus viscivorus
Sylvia curruca caucasica (b)
Acrocephalus scirpaceus fuscus (B)
Cettia cetti orientalis (b)
Hippolais languida (B)
Hippolais pallida elaeica (B)
Phylloscopus orientalis (B)
Parus major
Cyanistes caeruleus satunini (b)
Remiz pendulinus menzbieri (b)
Sitta europaea levantina (b)
Sitta krueperi (B)
Sitta neumayer syriaca (B)
Lanius senator senator
Lanius nubicus (B)
Lanius minor (B)
Pica pica pica (b)
Garrulus glandarius anatoliae (b)
Corvus monedula soemmerringii (b)
Pyrrhocorax graculus (B)
Corvus cornix sharpii
Sturnus vulgaris tauricus (b)
Passer domesticus
Passer hispaniolensis
Petronia petronia
Montifringilla nivalis (B)
Fringilla coelebs
Carduelis cannabina
Carduelis carduelis niediecki (b)
Serinus pusillus (B)
Rhodopechys sanguinea (B)
Emberiza hortulana
Emberiza caesia (B)
Emberiza melanocephala (B)
Miliaria calandra
Emberiza cia hordei (b)
La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona