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Hace unos días volví a casa después de un viaje por Noruega con Elsa. La primera parte consistió en una breve visita turística a Oslo, y la segunda y principal en un viaje naturalístico-ornitológico-y-mucho-más por el ártico noruego, en concreto por la Península de Varanger y el Valle de Pasvik.

Lo primero, un resumen del plan:

- 18/03/2017: vuelo a Oslo. Turismo. Noche en Oslo.
- 19/03/2017: turismo. Noche en Oslo.
- 20/03/2017: vuelo a Kirkenes. Traslado a Båtsfjord. Noche en Båtsfjord.
- 21/03/2017: pajareo en Båtsfjord. Noche en Båtsfjord.
- 22/03/2017: pajareo en Båtsfjord y Kongsfjord. Traslado a Vardø. Noche en Vardø.
- 23/03/2017: pajareo en Hornøya. Noche en Vardø.
- 24/03/2017: pajareo en Vardø. Traslado a Melkefoss . Noche en Melkefoss.
- 25/03/2017: pajareo en el Valle de Pasvik. Noche en Melkefoss.
- 26/03/2017: pajareo en el Valle de Pasvik. Noche en Melkefoss.
- 27/03/2017: vuelta a casa.

Y lo segundo, un mapa para que os situeis:



El tiempo en Oslo lo dedicamos a recorrer tranquilamente la ciudad. Y si recalco lo de tranquilamente es porque, si tuviese que definir Oslo con una sola palabra, ésta sería tranquilidad. Además, me sorprendió muy gratamente el hecho de que un alto porcentaje de los coches fueran eléctricos. Desde el punto de vista ornitológico, tan solo destacar unas cuantas especies escasas o ausentes por España, como el porrón osculado, la gaviota argéntea (subespecie argentatus), la corneja cenicienta o el zorzal real.


Corneja cenicienta - inseparable compañera de viaje

Tras un par de noches en Oslo, la verdadera aventura comenzó con el aterrizaje en Kirkenes. Allí, en un aeropuerto de bolsillo, recogimos la maleta y el coche de alquiler, y nos pusimos en marcha con la idea de llegar a Båtsfjord al atardecer.


Suzuki Swift 4x4 - en primer plano, la carretera


Neumático con clavos - imprescindibles

Apenas llevábamos unos minutos en la carretera cuando los renos hicieron acto de presencia.


Renos - único cérvido en el que tanto machos como hembras presentan cuernas


Renos - con frecuencia se alimentan muy cerca de la carretera


Reno - el tinte azul revela el origen doméstico de esta población

Curiosamente, sólo los observamos en la orilla sur del Fiordo de Varanger. Por esta misma zona, un bando de escribanos nivales levantó el vuelo a nuestro paso. Seguimos camino por el Valle del Río Tana hasta prácticamente su desembocadura en el fiordo del mismo nombre, y nos dispusimos a cruzar una espectacular zona de tundra alta para llegar a nuestro destino.


Valle del Río Tana - la mejor zona para avistar lechuza gavilana en Varanger


Riachuelo helado

En la tundra alta disfrutamos de paisajes abrumadores, al mismo tiempo que se empezó a levantar un molesto viento que poco más tarde nos jodió la tarde.


Tundra alta - cuesta imaginar la explosión de vida que acoge en verano


Convoy - inesperada sorpresa

Y la sorpresa se resume en 3 horas de espera en el coche azotados por un vendaval y una hora de conducción extrema detrás de una quitanieves.

Esa noche, tras descansar un poco y cenar algo, salimos en busca de la aurora boreal con el pobre resultado de un tenue brillo blancuzco allá por el horizonte.

To be continued...

Ostras! No tenía ni idea de este viaje, vaya aventura espectacular!!! El inicio promete ... Aquí espero la continuación

Uff ¡¡Mi viaje soñado!! Espero ansioso y envidioso el siguiente capítulo

Gracia escribió:Ostras! No tenía ni idea de este viaje, vaya aventura espectacular!!! El inicio promete ... Aquí espero la continuación

Pues aquí va la segunda entrega...

Tras el vendaval de la tarde anterior, y siguiendo las recomendaciones de la propietaria del alojamiento, decidimos modificar los planes y pasar el día completo en Båtsfjord.

Cómo no, yo me levanté temprano y me bajé a echar un vistazo por el puerto. En cuestión de minutos cayeron los éideres real y menor (más conocido como éider de Steller), muy bien acompañados por decenas de éideres comunes y patos haveldas. El grueso de las abundantes gaviotas eran argénteas y tridáctilas pero, mirando un poco más, me topé con varios gaviones comunes y un par de hiperbóreos, además de con otro par de gaviotas polares. Sorprendentemente, ni a 70º de latitud norte en invierno fallan los azulones, los gorriones comunes, los pinzones vulgares, los verderones o las urracas.


Mix de patos buceadores - el mayor atractivo ornitológico de Varanger en estas fechas


Éideres común y real - ¿cuántos hay de cada especie, edad y sexo?

Una vez desayunados, dedicamos el resto de la mañana a conocer Båtsfjord. El pueblo en sí no tiene gran cosa, y toda la actividad gira en torno al puerto (donde, por cierto, añadimos un arao aliblanco a la lista), pero los alrededores son muy bonitos, así que nos calzamos las raquetas y nos dimos un paseo. Sólo los cuervos nos acompañaron.


Paseo con raquetas - cortesía de Kirsi


Båtsfjord - panorámica del fiordo

La tarde nos la pasamos recorriendo las afueras de Båtsfjord en busca de un lugar con poca contaminación lumínica y protegido del viento donde pasar unas cuantas horas esperando a la aurora boreal. Encontramos una caseta de madera y decidimos que era un buen sitio.

Esa noche hubo suerte.


Aurora boreal - un sueño cumplido (Pepeeeeee)


Aurora boreal - las fotos no hacen justicia al espectáculo que vivimos

Y así, más felices que dos perdices, nos fuimos a descansar, que al día siguiente tocaba viajar.

Yo me volví a levantar temprano para pajarear por el puerto, donde básicamente observé las mismas especies que el día anterior pero en menor número, ya que el viento había amainado y muchos patos y gaviotas decidieron abandonar la protección del puerto y repartirse por el fiordo. Y mientras barría el fiordo...

¡¡ALETAS!!

No sé si sólo lo pensé o también lo grité , pero el caso es que tras una rápida identificación, me fui a despertar a Elsa. Entre capas y más capas de ropa, tardaríamos como media hora en volver, pero afortunadamente allí seguían.

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Marsopa común - al menos 30, seguramente más

Tras un buen rato de observación, decidimos que era el momento de abandonar Båtsfjord.

Con Vardø como destino final, primero nos desviamos hacia Kongsfjord, donde nos habían recomendado visitar un mirador en lo alto de un acantilado. Aunque bonito, nos decepcionó un poco (quizá por las elevadas expectativas). Las bahías próximas estaban tranquilas, pero algo pillamos.


Serretas medianas - con la cresta al viento


Gaviotas tridáctilas - abundantes y adaptables

De nuevo cruzamos la tundra alta y, aprovechando el buen tiempo, hicimos varias paradas para disfrutar del paisaje.


Paisaje ártico - lástima que la foto no capte los tonos azules de la nieve


Paisaje ártico - agua corriente, un bien escaso

Ese día volvimos a recorrer el Valle del Río Tana, mirando cada poste, antena o similar en busca de la lechuza gavilana, pero de nuevo nos dió esquinazo. Más tarde hicimos alguna parada más, pero ya en la costa sur de la Península de Varanger y, por lo tanto, corresponde a la siguiente entrega.

To be continued...

Qué chulo. Algún día iré por allí en invierno, cuando crezcan los niños, claro.

Lo de sexar y datar los eideres lo dejo para otro día.

Uffff Qué maravilla!! Ahora me falta el emoticono de babear.. y babear sin parar. Qué guapa esa colección de patitos, yo también dejo para otro rato los deberes, que el babeo me lo impide

Vaya viajecito Manu.

Fantástico Manu! Qué envidia la Aurora boreal. Es también un de mis sueños (junto con un volcán en erupción)
Mix de patos: 4 éideres reales machos y 19 comunes machos. Ahí ya me he quedado bizca y las hembras no las he contado jejé

Gracia escribió:Fantástico Manu! Qué envidia la Aurora boreal. Es también un de mis sueños (junto con un volcán en erupción)
Mix de patos: 4 éideres reales machos y 19 comunes machos. Ahí ya me he quedado bizca y las hembras no las he contado jejé

Hay 4 machos de real y 21 de común (19 adultos y 2 inmaduros). En cualquier caso, buen intento

Como se nos hacía tarde, decidimos hacer una última parada al atardecer en Vadsøya para intentar ver alguna liebre variable. No teníamos mucho tiempo, pero afortunadamente resultaron fáciles de localizar.


Liebre variable - en pelaje invernal

Ya de noche llegamos a Vardø, un pequeño pueblo situado en una isla en el extremo noreste de Noruega. Allí, volvimos a disfrutar de otro espectacular show auroril.


Aurora boreal

El día siguiente nos juntamos con 4 amigos y pillamos el primer barco a Hornøya, una isla que acoge una espectacular colonia de aves marinas. Fue una experiencia absolutamente increíble.


Hornøya Bird Cliff - lugar de reproducción de 80.000 aves marinas


Cormoranes moñudos


Araos comunes


Alca común


Frailecillo atlántico


Frailecillos atlánticos

En una zona del acantilado también observamos bastantes araos de Brünnich, pero algo más lejos. En el mar, araos aliblancos, éideres común y real, haveldas... Un puñado de focas grises merodeaban a escasa distancia de la costa, cientos de delfines de pico blanco nos deleitaron con sus saltos y acrobacias, y un grupo de orcas pasó hacia el oeste provocando unos fugaces momentos de júbilo que se transformaron en desilusión para los 5 que no las conseguimos ver o identificar

A mediodía volvimos a comer al alojamiento y una buena nevada frustró nuestro plan de intentar localizar un bando de lagópodos comunes que se llevaba citando varios días.


Nevada en Komagvær


Nevada en Komagvær

Por la noche el cielo estaba completamente raso y volvimos a probar suerte con la aurora. Aunque conseguimos ver varios displays, todos ellos fueron de baja intensidad.

A la mañana siguiente tocaba emprender viaje hacia el Valle de Pasvik, pero yo me levanté un rato antes para echar un vistazo en el puerto de Vardø. Sin nada destacable en la libreta, nos pusimos en ruta.

La primera parada la hicimos en el puerto de Kiberg, donde nos encontramos un bando de 71 éideres de Steller dormitando muy cerca de la orilla.


Éideres de Steller

Algo más alejados conté 85 éideres comunes alimentándose activamente y, tras una ojeada más pausada, localicé un macho de la subespecie borealis (Northern Eider). Bimbo con 'b', como diría alguna.

Un poco antes de Komagvær, Elsa localizó el bando de lagópodos. Los estuvimos observando un rato parados en el arcén de la carretera mientras se alimentaban con avidez.


Lagópodos comunes

Fuimos haciendo breves paradas en bahías y puertos de pueblos como Skallelv, Ekkerøy, Vadsø y Nesseby, donde añadimos a la lista los negrones común y especulado. Además, en Nesseby nos encontramos con un impresionante bando de al menos 500 correlimos oscuros, que es la única especie de limícola que inverna en la zona, y nos sobrevoló un bando de 16 escribanos nivales que, una vez más, no conseguí observar posados.

Aún nos quedaba un buen trecho hasta llegar al valle de Pasvik, así que nos volvimos a poner en marcha. Tras un rato de conducción sólo amenizado por los confiados renos, Elsa (que estaba inspirada) localizó estas bellezas.


Alces


Alce


Alces

Estaban a escasos metros de la carretera, así que los estuvimos observando un bueno rato desde el coche, hasta que llegó un listo, se bajó para hacerles una foto y, lógicamente, se fueron

En cualquier caso, fue una estupenda observación de una especie impresionante.

El día no dio para más y la aurora se mostró perezosa una noche más.

To be continued...

Qué pasada! Que pedazo de viaje, de observaciones, de paisaje... Se nota que me muero de envidia?
Qué bonitos los éideres de Steller, y que guapos los araos, me encantan con esa rayita en el ojo. Por no hablar de los frailecillos, pero esos al menos los he visto.
No te sentías como Amundsen?

Qué envidia!

Cómo estaban las carreteras? Recuerdo un invierno en Oslo y allí no pasaban quitanieves y por supuesto no echaban sal. Te apañabas con tus neumaticos de clavos, que es un poco lo que contabas en la primera parte.

Y siendo marzo, habria 12 horas de luz pero... veo muchas fotos "en penumbra"... Anochece lentamente o de golpe?

ori76 escribió:Y siendo marzo, habria 12 horas de luz pero... veo muchas fotos "en penumbra"... Anochece lentamente o de golpe?

Cuanto más lejos del ecuador más lentos son los atardeceres (y los amaneceres). Aún recuerdo esos crepúsculos interminables de cuando vivía en Alemania
Las 12 h que comentas son de sol ( entre salida y puesta) pero la luz dura más

Tremendo viaje Manu. Me encanta la foto de la liebre, parece que camina de puntillas para no congelarse la barriga

Tremendo viaje, Manu. Gracias por compartirlo y por las fotos.

Pues eso, que sigo babeando. Menuda aventura y qué frío ¿NO?

Que pasada Manu, que bonitas fotos, que recuerdos de cuando estuve por allí y que envidia de aurora boreal, es una de mis citas pendientes...¡que lástima que no haya auroras boreales en las cercanías del ecuador!

Retomo el hilo con muchííííííííísimo retraso...

ori76"
Cómo estaban las carreteras? Recuerdo un invierno en Oslo y allí no pasaban quitanieves y por supuesto no echaban sal. Te apañabas con tus neumaticos de clavos, que es un poco lo que contabas en la primera parte.

Y siendo marzo, habria 12 horas de luz pero... veo muchas fotos "en penumbra"... Anochece lentamente o de golpe?[/quote]

Las carreteras principales están perfectas para circular con los neumáticos de clavos. El resto, intransitables.

Los atardeceres eran largos. Lo de las fotos en penumbra, pues no sé si sería casualidad, que el sol siempre estaba bastante bajo, y/o que la cámara y el fotógrafo no daban para más.

[quote="pepe escribió:Menuda aventura y qué frío ¿NO?

Sorprendentemente, sólo una noche tuvimos -11ºC. El resto del tiempo, la temperatura estuvo entre 3 y -3ºC. Como norma, estuvo bastante soleado y con poco viento. Además, íbamos bien abrigados. Resumiendo: que no pasamos frío.

Las últimas 3 noches las pasamos en el Valle de Pasvik, esa prolongación de Noruega que queda entre Finlandia y Rusia. Nos alojamos en una cabaña muy pequeña y acogedora, con comederos repletos de semillas en el exterior. Además, el plato fuerte de la zona es el dog-sledding, es decir, los trineos tirados por perros.

El primer día estaba reservado precisamente para el trineo, pero no pude resistir la tentación de pasar una horita frente a los comederos antes del desayuno. Los verderones y los gorriones eran las especies dominantes, pero entre ellos se fueron colando otras, entre las que destacaría 3 pares de especies: camachuelos común y picogrueso, pardillos ártico y norteño, y carboneros montano y lapón. Ni saqué la cámara...

Después del desayuno, al trineo. Fue una experiencia realmente divertida y bonita. Atravesamos paisajes preciosos y sentimos una sensación de tranquilidad absoluta.



Además, en las cabañas donde comimos también había comederos para pájaros, y ahí sí que hice algunas fotos.















Por la noche volvimos a probar suerte con las auroras, sin éxito. Pero al menos un armiño se nos cruzó delante del coche.

Al día siguiente madrugué un poco más y cogí el coche para buscar gallos, ya que parece ser que no es raro verlos en o cerca de la carretera. Me hice 30 km y me volví con un rosco, así que antes del desayuno aún me pasé media horita por el comedero.

El resto del día lo pasamos con unos amigos visitando distintos puntos del valle de Pasvik, donde volvimos a observar una y otra vez las mismas especies.



Un último intento con las auroras nos vino a confirmar que nuestra suerte se había terminado.

Finalmente, la visita matutina al comedero me permitió volver a ver a estos pequeños e intrépidos pajarillos que tienen el valor de desafíar al invierno ártico.

¡A cuidarse!

Ay, que fresquito, ya me teletransportaba yo allí ahora mismo.

Enhorabuena por esos pajarillos tan chulos y por supuesto el armiño.

No se si realmente te ha cuadrado así o es un aviso a alguien que yo me se para que cuente su experiencia por los países nórdicos.
Preciosas fotos
Yo también alucino que puedan sobrevivir allí esas avecillas al invierno

Marga escribió::lol:
No se si realmente te ha cuadrado así o es un aviso a alguien que yo me se para que cuente su experiencia por los países nórdicos.
Preciosas fotos
Yo también alucino que puedan sobrevivir allí esas avecillas al invierno

Lo suscribo punto por punto.
Qué envidia más gorda!!!