Por fin cayó la rubia y de la forma más tonta.
El lunes pasado no se me ocurrió otra cosa que ir con la familia a Sepúlveda para que vieran alimoches y la zona de San Frutos. Grave error, aquello estaba a rebosar de gente, por lo que bajamos hasta cerca de la ermita, echamos una ojeada, vimos buitres leonados con pollos, unos corzos en la otra orilla y huimos de allí sin ver los alimoches, para buscar un sitio para comer en algún pueblo alejado de la zona.
Iba conduciendo por una carreterilla cuando vi a unos 20 metros una collalba sobre unas piedras y pensé "esta vez sí que sí". Así que paré en el primer entrante y a la lógica pregunta de ¿qué pasa? siguió la no menos lógica de "creo que acabo de hacer un bimbo". Mayte encontró mi conducta normal y me preguntó ¿qué había visto? y mi hija tampoco se extrañó demasiado, pero su novio tenía los ojos como

y más cuando vio que sacaba el teles a todo trapo, mi cara de felicidad tras confirmar el bimbo

y luego mi acercamiento sigiloso para inmortalizarlo.
El caso es que no aguantó nada la rubia en su roca, porque le tiré una ráfaga a unos 50 metros y sólo salió en la primera foto.
Teníais razón un macho de rubia es inconfundible y lo pude comprovar poco después en el castillo de Turégano.

Un saludo, o dos.