De todos es sabido lo toca----tas que son la urracas y lo mucho que tienen que aguantar de ellas las rapaces y siempre he pensado que es un precio que tienen que pagar por su corpulencia y por la gran habilidad en vuelo que les da esa cola larga a las picarazas. Pero hoy he visto una escena curiosa.
Me he acercado a un embalse de Ávila en el que se habían visto pagazas piquirrojas y en una de las barridas de teles, he visto en la orilla contraria una pescadora posada en en la rama más alta de un árbol seco y tres urracas posadas en ramas más bajas a su izquierda. Todas miraban hacia mí porque el viento venía de mi orilla, pero parecía que se habían puesto de acuerdo las urracas para subir por turnos a incordiar al águila, posarse otra vez en la rama y la amiga pandion lo único que hacía era girar la cabeza amenazante esperando que se cansaran, pero como esto no ocurría, una de las veces se giró toda dándoles la espalda y soltó un cagarrutón blanco que bañó a una por completo, debió de ser muy desagradable porque la víctima dio un respingo se fue automáticamente dando un respingo y algo comentaría porque la siguieron las otras. Menos mal que el día era desapacible y no había nadie a mi alrededor que me viera cuando he gritado con aspavientos " Toma, toma y tooma, ahora vuelves a por otra"
Por cierto, de pagazas nada, pero unos cuantas rapaces, entre ellas dos pescadoras, me han alegrado la mañana.