El paso fronterizo lo hicimos por Samdrup Jongkhar situado al sureste, ya que el viaje consiste en atravesar Bután de una punta a otra este-oeste, haciendo algunos zigzags para ir subiendo y bajando de norte a sur.

Un modo muy recomendado de hacerlo, sobre todo sabiendo que en Bután solo hay un aeropuerto internacional en la ciudad de Paro, bastante cerca de la capital ya que es el único sitio donde “cabe” un aeropuerto de ciertas dimensiones y al que solo llegan algunos pilotos que tienen mucha práctica en hacerlo, ya que las condiciones del mismo, rodeado de montañas por los cuatro costados hace que su aterrizaje y despegue requieran de cierta pericia.
Y es que Bután son todo montañas y valles. Para ir a cualquier sitio hay que ir subiendo en zigzag por una montaña, coronarla, bajarla haciendo otro zigzag, pasar el correspondiente río que atraviesa el valle y volver a subir para repetir la historia.
Ni que decir tiene que el paisaje y el vértigo para los que lo tenemos es de órdago cuando vas sentada en el lado de “fuera”.
Es la vez que más he tardado en empezar a contaros un viaje y es que no solo he tenido que procesar cuatro mil fotos y ahora seleccionar las que os pongo, sino que me gustaría ser capaz de contaros algo más de este viaje porque realmente es un lugar impresionante. Las aves, los paisajes, la gente, los monasterios, todo es diferente a lo habitual que se ve en otros sitios, vamos que por primera vez en mis ya numerosos viajes con Rockjumper no solo pajareamos, también visitamos monasterios y hasta fuimos de compras.
No se si os había dicho el porqué lo tenía entre mis destinos.
Estando en Gabón, una de las participantes del grupo una noche durante la cena nos hizo contar a cada uno de nosotros cual era el país que más nos había gustado pajareramente hablando, y Andre, uno de los guías nos dijo que Bután y nos dio sus explicaciones. A mí me resultó bastante impactante porque no es precisamente uno de esos países de los que se oye hablar en el mundo pajarero y por otra parte Andre es un encanto de persona y de los que se porta especialmente bien conmigo y con mis problemas lingüísticos, así que decidí probarlo. Iban de guías él y David que fue el primero que tuve cuando fui a Ghana y que es también un gran guía aunque en aquella ocasión yo andaba muy perdida tanto con el idioma como con las aves como con lo que era un viaje de Rockjumper, así que apenas tuve trato con él en aquella ocasión.
Bueno, pues una vez hecha esta introducción empiezo con el viaje propiamente dicho y sobre todo con las aves que seguro será lo que más interese a la mayoría.
Después de hacer noche en un hotel en la misma ciudad de entrada nos fuimos desplazando hacia el área de Morong donde íbamos a pasar nuestras primeras dos noches de campamento. Está claro que en un país con una orografía como la de Bután no siempre es fácil que haya hoteles cerca de las zonas buenas de pajareo y es mejor montar un campamento para poder disfrutar de algunos enclaves.
Otra gran sorpresa. No os podéis imaginar que organización tan magnífica había. Tiendas grandes con cama, alfombras en el suelo, lámpara, mesilla de noche, un par de duchas con agua caliente y váteres, toda la lencería necesaria y unas comidas mejores incluso que las que nos daban en algunos hoteles, sobre todo los desayunos que eran magníficos. Y todo esto de quita y pon porque nos montaron el campamento en tres lugares diferentes.
Antes de alejarnos de Samdrup Jonghkar estuvimos recorriendo los alrededores y así fuimos viendo nuestros primeros pájaros butaneses aunque algunos eran repes de Assam que para algo estamos todavía bien cerquita y a la misma altitud
Suimanga siparaja

Hembra

Verdín de Hardwicke

Carpinterito cejiblanco

Tordina pechiestriada

Picaflores pechiestriado

Cálao bicorne

Langur capuchino

Colirrojo acuático

El mismo equipo que nos montaba los campamentos estaba esperándonos a media mañana para que hiciéramos un descanso con café o té y galletas.

Luego en otro punto del recorrido estaban esperándonos con el almuerzo preparado y no a base de bocadillos o algo frío sino auténticas comidas calentitas (y con un aseo montado).
Sibia colilarga


Mochuelo acollarado

De perfil

De espalda

Charlatán de Bután

Bulbul cafre

Mito gorjinegro

Roquero ventrirrufo

Actinodura de Egerton

Bulbul de McClelland

Torrentero moteado

Testimonial donde las haya, pero de los cuatro torrenteros que podíamos ver (y yo bimbar) vimos tres, hice fotos a dos y ésta es la menos mala de todas.
Así acabó nuestro primer día y aquí lo dejo yo también porque como dije antes las fotos las tengo que ir seleccionando día a día para no repetirme.



























































































































































































